El ritmo del jadeo que le llegaba del teléfono hacía trabajar la curiosidad y la especulación de Dani. Lo más probable es que Irene estuviese subiendo una rampa mientras hablaba, pero quién sabe. -Entonces, ¿te apuntas? -Qué va, hija, mejor no. No me apetece. -La inapetencia es la lacra más feroz de la humanidad. -AhoraLeer más
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