El otoño huele a mandarina, eso pienso cuando llega la hora del postre y la incógnita de la piel me pone en alerta. De un extremo al otro del hule la igualdad matemática entre el tiempo ausente y el que no puedo cortar es una ecuación en la cuerda floja. Te espero. Elevada al cuadrado.Leer más
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