Cuatro libros de poesía contra la nueva normalidad
La literatura emerge como un refugio, y estos poemarios serán capaces de provocar añoranza de un confinamiento
20/06/20. Diario Sur. Enlace al artículo.
Aprovechando la transición hacia una novísima realidad que se antoja poco poética, me lanzo a recomendar cuatro libros de poesía que han llegado a mis manos en las últimas semanas, cada uno en un medio de transporte diferente y por motivos muy dispares, pero que han provocado, todos ellos, una lectura agradecida y unas alarmas que saltan cuando uno está delante de lo que sólo se puede definir como talento. La literatura emerge siempre como un refugio, y estos cuatro poemarios serán capaces de provocar la añoranza de un buen confinamiento.
Ben Clark. ‘¿Y por qué no lo hacemos en el suelo?’ (Ed. Espasa)
El último poemario del escritor nacido en Ibiza en 1984 y afincado en Málaga quiere apelar al sentimiento más poético que existe, ese que «ni los poetas saben explicar». Para ello, ha recopilado sus poemas más amorosos en una edición joven en sí misma; pero esto no es poesía para ligar, sino un tratado sobre el amor en sus distintas vertientes, explicado son claridad, con textos antiguos y nuevos, y aforismos que pululan por el texto para enriquecerlo. Unas veces sortea lo cursi y otras veces se enfanga en él, disfrutando.
María Alcantarilla. ‘Introducción al límite’ (Fundación José Manuel Lara)
Resulta sencillo que este libro sorprenda: el último de María Alcantarilla, nacida en Sevilla en 1983 y que compagina la escritura y la enseñanza con el oficio de artista audiovisual, principalmente la fotografía. Quizá sea por eso que en sus textos, poesía y prosa, sobresale la observación y sobrevienen tantas imágenes y juegos de luces o de miradas que van más allá de lo visible. Este libro, el mejor poemario de 2019 según el gremio de los libreros, camina sobre los umbrales de la existencia como un equilibrista, y va desde la vida hasta la misma muerte.
Joaquín Campos. ‘Poeta en Pekín’ (Ed. Renacimiento)
Estamos ante uno de los escritores más apasionados que pueden encontrarse. Esto lo supe hace tiempo y lo corroboré con ‘Últimas esperanzas’, su última novela, de 2019. Escritor prolífico, es malagueño del 74 pero lleva mucho tiempo trabajando en cocinas de lujo en lugares inhóspitos, a veces en Asia, ahora en Cabo Verde. Este año, regresa con más poemas que siguen definiendo claramente un estilo, versos que unas veces son muy brutos, otras más delicados, hay sexo con distintos niveles de sordidez, y casi siempre todo llega empapado en vino tinto: un festival de escritura y descorche.
Braulio Ortiz Poole. ‘Gente que busca su bandera’ (Ed. Maclein y Parker)
Este periodista nacido en Sevilla en 1974 se define sobre todo como poeta y atesora una interesante trayectoria también como prosista. En este libro, los poemas están dedicados a personajes históricos que hicieron de su vida una lucha y de su causa una bandera, activistas del corazón y de la mente, desde Clara Campoamor hasta Ignacio de Loyola, pasando por Leonard Matlovich, el primer militar norteamericano en reconocer su homosexualidad, o al ajedrecista disidente Viktor Korchnói. Más allá de estas biografías y de las palabras que se les dedica, el libro trasciende la primera persona para dotarse de una perspectiva universal, social incluso, y apelar a la resistencia: a la guerra y, al mismo tiempo, a la paz.