Quise amar a la más bella y delicada flor
pero no fue suficiente.
Quise cuidarte y mimarte como tú mereces
pero no fue suficiente.
Quise impregnarme de tu aroma hasta los huesos
pero no fue suficiente.
Quise mirarte absorto, para siempre
pero no fue suficiente.
No me defraudó tu belleza ni tu delicadeza
No me cansé de mimarte
No me ahogué de respirar tu olor
Pero mirarte no fue suficiente.
Al fin y al cabo,
¿qué me has dado a cambio?
¿Qué tienes para ofrecer tú?
La más bella y delicada flor.
No respondas, amor.
Lo sé. Y no es suficiente.
Por Rosa Montero Glz.
ayy Rubén Darío está de aniversario… sed infinita…
Se nota, se siente… 😉
Rubén Darío para mi casi siempre está presente.