Mira esos brillos, ¿a que parecen imposibles de entender? En realidad no es así, encierran códigos secretos, mensajes de otros mundos, de otros tiempos, de otras gentes, de ellos que lo consiguieron. Dibujan las estelas de los sitios donde no pude ir y también de los que fui sin saberlo.
¡Hace tanto tiempo que no puedo acordarme en cuál de las vidas que viví dejé de recordar! Mira las babas que dejan los caracoles, cómo brillan. Ellos sin saberlo nos cuentan, con su memoria de blandos cuerpos, sin los huesos que a nosotros nos aquejan. Hilvanando sin querer un misterio horadado.
Reflejan cosas de las que quiero acordarme, aunque seguro que se escapan algunas de las que no quiero. A veces te dije que eres una hacedora de momentos, sabes recrear como nadie he visto hacerlo ambientes agradables en los que me encuentro bien. En parte por ello eres tan importante para mí, tan indispensable.
Esas babas de plata me recuerdan la pulsera que te regalé. Con aquella plata de baba con la que intenté secuestrar tu corazón, aunque no pudiera conseguirlo en ese momento. En realidad solo necesitaba algo de paciencia, ese elixir del que tan falto siempre he estado. Quizás por ello en ese preciso instante forjé mi destino de “amante inacabado”. Esas babas son como hilos de dudas, de luchas por entender algo de lo que aquí hay, o de lo que podría haber habido. Y otra vez me ensimismo intentando descubrirme mis misterios. Volver a hablar conmigo mismo, intentar negociar con el destino mis despojos, esos que en teoría me tocan por méritos propios. La clave para sobrevivir, que no es otra cosa que vivir sobre lo vivido. Como esos caracoles que huyeron del sol dejando su baba blanca, que luego fue de plata y al platear me dieron la oportunidad de entender. ¡Cómo duele sobrevivir!, ¡cómo duele hacerlo!
A veces me gustaría ser como uno de esos caracoles, con sus conchas y sus babas, reptando con sus miserables vidas, como la mía.
Viéndolos, sé que te quiero Lucía; ya lo sabes.
Por Paco Carrascal.
Sacar del detalle, el mensaje. Muy bonito!
Enhorabuena, Paco!