Igual que la montaña desconoce su peso,
la nube su densidad,
el aire la complicidad del movimiento,
el agua el lugar a donde llega.
Al igual que la flor no elige su forma,
el árbol la altura que alcanzará su última hoja
la araña el dibujo de su espalda
o el lobo la hondura de su huella.
Al igual que el niño no sabe cuán dulce será la esquina
o la palabra por qué será maza
o el poema revolución y tendencia.
El huracán no se plantea la intensidad de la caricia
o el sol el motivo de su furia en tu rostro
los planetas desconocen para qué sirven sus órbitas
y la mañana me pregunta si está condenada desde el principio.
Al igual que la montaña, la nube, el aire, el agua
la flor, el árbol y su hoja, la araña o el lobo
el niño, la palabra o el poema
el huracán y el sol los planetas o la mañana.
Al igual, mujer, no puedo elegir el abrazo
de tu signo.
Por Paco Carrascal.