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Así en plural, porque son muchas, Más de las que podrá solucionar en toda su vida el más brillante de los cerebros. Así en plural, porque son muchas y complejas. Imposibles aparentemente de solucionar ni con la más avanzada de las máquinas. Así, también tú, con todos tus plurales con todas tus distancias con todosLeer más

A menudo solía quedarme largas noches sin dormir pensando en la incógnita que me desvelara la verdadera solución de la ecuación de la vida. Hice muchos intentos probando este o aquel parámetro, pero ninguno exitoso, aunque me cueste reconocerlo. Una noche, molesto por el incómodo ruido del segundero del reloj, decidí desabrocharme la hebilla tranquilamente,Leer más

Se ha levantado el viento. Arrastrando papeles, formando fantasmas de polvo y haciendo crujir las hojas de los árboles de la plazoleta. Ya vuelve la noche. Desde la azotea juego a adivinar tu coche entre la sierpe luminiscente que abandona la ciudad. Tu cuerpo entre ese montón de partículas elementales. Te has ido. Paseaste tuLeer más

El otoño huele a mandarina, eso pienso cuando llega la hora del postre y la incógnita de la piel me pone en alerta. De un extremo al otro del hule la igualdad matemática entre el tiempo ausente y el que no puedo cortar es una ecuación en la cuerda floja. Te espero. Elevada al cuadrado.Leer más

Dicen que el amor es como una droga que acaba consumiéndote. Muy al contrario, en mi caso me da por engordar. Así que mi mejor dieta siempre ha sido dejar pasar cualquier oportunidad de enamorarme. Al fin y al cabo, en eso de que la salud es lo primero todos estamos de acuerdo, ¿no esLeer más

Allí abajo, el universo entero. Un puntito de luz, pequeño y brillante, tan minúsculo y resplandeciente como cualquiera de las estrellas que se ven desde el planeta Tierra. O que se veían, cuando la Tierra existía, que en algún momento de mi viaje ha tenido que dejar de existir. Claro que yo me he perdidoLeer más

Cómo resolver la ecuación de tu mirada, cómplice, esquiva, ausente, profunda; de tu sonrisa, cálida, misteriosa, traviesa, seductora; de tus manos, suaves, hirientes, aventureras, curiosas. No tengo la respuesta para esta ecuación, ni quiero encontrarla; me gusta vivir en la incertidumbre de no saber qué vendrá, disfrutar del día a día sin despejar las incógnitas.Leer más

Poca gente, apenas nadie, le dirigía la palabra, y el desinterés era fundamentalmente recíproco: el muchacho dedicaba la mayor parte de su tiempo al estudio, ocupado en el complejo y costoso aprendizaje de una cantidad ingente de fórmulas incontestables, también indescifrables y pretendidamente definitivas; y las horas que le sobraban, que no eran muchas, lasLeer más

“Por el amor de Dios, otra vez no”. —¿Ha sido Pam?—preguntó Eddy como cuando los domingos preguntaba: “¿Debo acompañarte a la iglesia, Betsy?”. Tercer caso de pene ensangrentado en apenas una semana. De ninguna manera podía contarle aquello a Betsy. Lo había hecho en el primer caso con el objeto de rellenar por una vezLeer más

El ruido embotellado de una moneda al caer la despierta desde la mesita de noche: «Ayer me dejé en tu casa el tabaco y las ganas de quedarme». Frontal, claro… Se estira en la cama y mete el móvil debajo de la almohada en un gesto propio de una jovencita. Una sonrisa le devuelve aLeer más