Durante la época colonial, en México los españoles aprendieron la palabra náhuatl tizatl1 (tierra blanca), y de ahí se le asignó al gis2 el nombre de tiza.
Como hebras de tiempo, la tierra
blanca viene a robarme la lengua.
La ceniza pálida ya no quema
mientras resbala por mi cuello.
Pasa una ambulancia a galope,
grito en silencio y cierro los ojos.
La arcilla que espira tu cuerpo
sigue carcomiendo mi columna
vertebral.
Corro, tropiezo e intento escapar.
Me desvanezco como un banco de
peces blancos en medio de un abismo
de arcillas térreas.
Busco cobijo entre tus piernas mientras
un soplo de niebla con olor a tiza
te convierte en inmortal.
Témeme, teme a la ráfaga de yeso
que huye de mi pecho y que un día dio
vida a mis doce costillas.
Como hojas de viento, la tierra
blanca me ha robado la voz.
1. Macrolengua uto-azteca hablada principalmente por nahuas de México.
2.RAE: Del lat. gypsum, yeso. Clarión.
Por Raquel Egea.