Somos antagónicos por natura.
Como la noche y el día de la fauna
doméstica. Vives para comerme y yo
moriría por un trozo de queso manchego,
aunque eso me convirtiera en presa del
tiempo para siempre.
Y, sin embargo, me gustan tus andares,
el arqueo de tu columna vertebral al rozarte
con las sillas del comedor y ese bigote
descuidado de hace tres días.
Condenados día a día al odio por designio divino.
Sufro por no poderte roer con mis dientes, aún
de leche, esos ojos felinos que me robaron
corazón, ijada y vesícula biliar.
No lo soporto, salgo de mi guarida en tu busca.
Te miro, me miras.
Arrancas a correr desde el jardín en mi búsqueda.
Me zampas de un bocado, me resbalo por tu tráquea.
Te quiero. Ya estoy dentro de ti.
Por Raquel Egea.
Me encanta el ritmo, sobre todo como se precipita hasta el desenlace final. También esa facilidad que tienes para integrar pequeños detalles cotidianos que te hacen salir de la solemnidad de la historia por momentos. Deseando leer más cosas tuyas Raquel 😉
Muchas gracias, Rosa : ).
Siempre me ha gustado pararme en los pequeños detalles, dar esos toques a mis poemas y meter esas pequeñas chispas en medio de todo. Me parece mucho más enriquecedor a la hora de escribir.
Un besote, guapa
¡¡ayyy que duele!!… La última frase, qué duele… no quiero ser quisquilloso pero cuando uno come la comida se va por el esófago y no por la tráquea… ¡¡deformación profesional! si se va por la traquea, ¡que Heimlich nos coja confesados! pobre gato… muerto en el acto… no he podido contenerme… ayy lo siento pero creo que para eso, entre otras cosas, está este blog… (recién llegado y ya me voy ganando la fama de borde, toooma ya!)
Ayyyy… Y ya puestos a interpretar… gracias x la clase de anatomía, pero y si esa era precisamente la intención de Raquel?, q mueran los dos, pq hay amores q matan. El ansia del gato por comerse al ratón (la ansiedad forma parte de un amor tan pasional) es capaz de hacer q se atragante. Mueren los dos. Amores que matan…
En fin, interpretaciones puede haber mil.
Ayyyy…
Por cierto, Raquel, coincido con Rosa: Me encanta el ritmo y tu facilidad para integrar pequeños detalles. Deseando seguir leyéndote.