ARDER O QUEMAR
Abril de 2019. Proyecto Duas. Enlace al artículo.
Por Amanda H. C.
La poesía de Carlos Asensio nos ha vuelto a alcanzar. Si con Dejar de ser iniciaba uno de los caminos artísticos que mejor permite jugar con las palabras, con su segundo poemario, titulado Arder o quemar, trae el ofrecimiento de pasearse libremente por su escritura sencilla y acentuada de heridas, puestas a nuestra disposición con un cariño y un sello constante de pacíficos paisajes en los que caben mil batallas de amor.
El también poeta Ángelo Néstore firma el prólogo que presenta a Carlos como un gigante que funde versos que aún palpitan y que navegan entre dos puntos unitarios. El primero es la forja, el inicio de la llama o quizás el rayo que sobreviene y precipita todo lo demás; la fuerza de ‘Vulcano’ aparece y se enlaza con ‘Después del incendio’, el que ha llegado sin avisar y que convive ya dentro.
Mezclando cielo y tierra, entretejiendo las señales del incendio con enclaves de leyenda, místicos y ancestrales, nos damos cuenta que el mar de sus palabras lo está arrasando todo. No se puede dejar de leer. El extravío no existe en sus páginas, curtidas de talento generado al ritmo de una historia. Yo he tenido la mía entre las manos. Y estoy segura de que cada una y cada uno tendrá la suya propia.
La poesía de Carlos Asensio es un yunque en el que se funden belleza, electricidad, sal marina, encrucijadas y tiempos de colores como palabras polisémicas, que preguntan como besos escondidos a qué sabe esto de doler y aliviar o a qué hora llega el primer destello de luz matinal que da sentido al resto del día. Porque a medianoche, ya todo está escrito. Y sólo nos queda arder o quemar.
En esta ocasión, la encargada de editar el libro ha sido Maclein y Parker, editorial sevillana independiente que empezó su recorrido en 2013 y cuyo trabajo se basa en la calidad y el compromiso por conocer a nuevos talentos de las letras que no tienen oportunidad de acceder al mundo editorial y también por reconocer el valor de quienes escriben movidos por ese mismo compromiso.
‘Arder o quemar’ es un poemario en el que el autor enfrenta al lector con una de esas dicotomías vitales que querríamos evitar: aprender a arder –soltar lastres, henchirse de júbilo, estallar en risas– o a quemar –causar dolor, pisar los corazones humanos, destrozar el mundo–. Con un gran lirismo y una fuerza volcánica inusitada, este libro es la espada salida de los versos del poeta, que abre una herida y, al tiempo, cauteriza la piel; duele y alivia. Arder o quemar invita a la combustión de los cuerpos hasta los cimientos del alma y a acoger el fuego de la poesía.