Descripción
Sinopsis
Katia Orgambide es una treintañera desocupada, algo caprichosa y egoísta, que ha decidido huir de sus obligaciones y de su tierra para experimentar una aventura, física y emocional, dejando atrás el duelo por la muerte de su padre y a una madre adicta al trabajo. Sin embargo, sus expectativas se tuercen cuando un accidente de rafting casi le cuesta la vida y debe recuperarse sola, inmersa además en un triángulo amoroso entre dos hombres, cuya rivalidad viene de lejos. A partir de entonces, tendrá que enfrentarse a la realidad y decidir si continúa encerrada en su incapacidad de amar o abrirse a los demás y compartir su mundo con los que la rodean.
El viento que agita las agujas narra la historia de su protagonista, pero en realidad desgrana la trayectoria de toda una dinastía de abuelas, madres, hijas y nietas en una familia donde ellas han tomado las riendas de un trabajo tradicionalmente masculino. Y también es el retrato de miles de mujeres que salen cada día a la calle a encarar los acontecimientos desde diferentes perspectivas sociales, educativas, emocionales, generacionales y geográficas, en un caleidoscopio que aporta aire fresco a la visión femenina en la novela contemporánea.
Autora
Isabel Mallén (Villanueva del Río y Minas, Sevilla, 1948). Las palabras —y no los números— la hacen feliz desde pequeña. Cuentos de todo tipo la distraen de la lectura obligada en el colegio, textos dirigidos a la obediencia y la alienación. Más adelante, cursa estudios en Madrid sobre temas sociales y nutrición y trabaja en su pueblo, pero se casa y marcha a Barcelona. Tras unos años fuera, vuelve a Sevilla con su familia. Retoma estudios y trabajo, pero la jerga empresarial no es lo suyo. Asiste a un curso de creación literaria y todo lo leído por placer cobra sentido. Allí se gesta esta primera novela gracias a un ejercicio: el binomio fantástico de Gianni Rodari. Dos palabras —aventura y rivalidad— fueron suficientes para poner en marcha la imaginación, ésa que tan hábilmente le despertó su profesora, Diana P. Morales. Le ha cogido el gusto a la escritura y no deja de bucear en las palabras.