—¡Piedad! —gritó Catelyn.
Pero los cuernos, los tambores y
el clamor del acero ahogaron su súplica.
Tormenta de Espadas
George R. R. Martin.
¿Quién eres tú para tener que arrodillarme
y anular todo lo que soy, todo lo que he construido
ante tu sola presencia?
¿Quién sino un hombre? Nada más.
Qué más da hombre, lobo o león.
Todos los corazones dejarán de latir un día.
Esa es la verdad.
Quieres conquistar mis tierras y arrasar mi mundo
pero sé defenderme. Esa es la verdad.
Tengo todo un ejército preparado para la lucha.
Tengo todo un plan preparado para atraparte
y acabar contigo y con toda tu descendencia.
Acabar con tu sangre y que sólo te queden lágrimas
derramadas sobre mi cuerpo como la lluvia. Nada más.
Por Rosa Montero Glz.
¡Bravo!
¡Gracias!