Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo Julio Cortázar
Por más que te lo explique no siempre podrás hacerlo, y menos para desayunar. Esta bebida, esta infusión, la tomaban los gauchos y los indios, es típica de Uruguay, algunas regiones de Argentina y el sur de Brasil. Se necesitan muchas cosas: el mate o porongo, esa especie de calabacín que puede estar forrado de cuero o metal, debe ser tratado para que no altere el gusto a la bebida, en su defecto, te puede servir cualquier recipiente pequeño, hasta un vaso. Necesitas una bombilla, una especia de cañita de metal con un pequeño colador en la punta. Hay que calentar agua, muy caliente, no hervida, si hierve se quema la yerba y tu lengua. Lo mejor es llenar un termo que conserve su temperatura (en Paraguay le ponen hielo, es otra bebida, se llama Tereré). Es imprescindible conseguir Yerba Mate. La argentina tiene más palitos y es más suave, la uruguaya es de origen brasileño, al ser tropical las hojas son más grandes y es más intensa, algunos la mezclan con otras hierbas, desde cedrón, hasta tila u hojas de coca. Los inmigrantes europeos le agregaban azúcar, leche y café. Algunos alcohólicos empedernidos incluían en la fórmula un poco de whisky. El verdadero mate no es así. No lleva nada más que la yerba. Colócala en el recipiente formando una pequeña montañita en uno de los lados de manera que cree una pendiente hacia el lado opuesto que permita casi llegar al fondo. Allí, en ese pozo, pondrás un poco de agua tibia, conservando (esto es muy importante) la montañita de yerba seca. El pequeño lago que se forme en el valle será absorbido y la yerba hinchará. Una vez se empape, en esa zona clavarás la bombilla, con el colador tocando el fondo. Es muy importante (en el mate hay muchas cosas importantes), no tocar la bombilla, jamás moverla, una vez clavada es como la sombrilla en la playa cuando eras pequeño, no se te habría ocurrido jamás cambiarla de sitio hasta nuevo aviso. En la zona donde la bombilla se hunde en la yerba, agregarás, por fin, un breve chorro de agua caliente (no hirviendo). Si está bien cebado, se formará un pequeña espuma verde, de aspecto dudoso, pero muy auténtica. Ahora puedes darle una pequeña chupada (disculpando la expresión) al extremo de la bombilla que mira al exterior. Luego de un poco de aire, subirá el agua con gusto a yerba. Está caliente, como supondrás, y es amargo, muy amargo. A medida que vayas tomando se irá suavizando. Su particular gusto no es comparable a nada, ni al té verde, ni a ninguna otra infusión. Contiene cafeína por lo que te quitará el sueño, y el hambre. Pero es ahora, recién ahora, cuando empezarás a tomar mate. Hasta ahora solo nos hemos preparado para hacerlo posible. Y como te decía, no sé si podrás hacerlo. Luego de poner el agua en la yerba, procurando conservar la montañita de yerba seca, debes levantar la vista, mirar a quien esté contigo, por la ventana, o a tu pasado. Luego del primer sorbo, pequeño, debes hacer una pausa y, mientras lo saboreas, recordar tu niñez o suponer tu vejez. Una vez que sientas el ruido ronco, que avisa que no hay más agua en el mate, pon otro chorrito igual. Piensa, respira. Una nueva pausa. Si lo haces con alguien, conversa, es mejor que hacerlo con cervezas, el mate da lucidez. Puedes leer, un buen párrafo, o un poema, entre sorbo y sorbo. Te permite emocionarte, arrepentirte, o perdonarte. Así, por cada breve chorro de agua caliente, verás pasar la vida. Irás bebiendo tiempo, que es lo más importante que necesitas para tomar mate. Necesitas tiempo. No sé si lo tienes, no sé si lo conseguirás, pobre de ti.
Por Joaquín DHoldan.
Excelente hermano! Ya mismo te cebo uno…
Una maravilla, tanto por el ritual que explica como por el emocionante momento que ha de significar tomarse un mate. No lo tomé nunca pero me hizo sentir que sí. Hermoso.
La verdad es tan cierto quin quin, tu sabrás por que te llamo.asi. Leyendo el mate viene a mi aquellos recuerdos.de nuestra niñez el mate en la playa te acordas. Y cuando léla y la abuela carmen contaban de su amada España y hoy tu estas alli. Primo seguiras tomando mate. Yo lo sigo lavando y quemando adoptare tu receta besos a la.flia
por culpa de Rayuela estuve entrenando el mate un tiempo… pero nunca he podido salir del Cola cao! a lo más llego a un nequik… ¿Qué tipo de requiebro evolutivo le hace a alguien disfrutar de algo taaan amargo? grandes misterios que nos hacen ser únicos…