– 1785 días desde la primera vez que mis ojos la vieron.
– 916 buenos días intercambiados.
– 431 parejas de besos (862 besos en total).
– 79 abrazos (con una duración total de poco más de 9 minutos y medio).
– 24 roces furtivos de nuestras manos al cruzarnos por los pasillos, al intentar coger el mismo informe…
– 125 las pulsaciones de mi corazón cuando Ella sonríe, agacha la mirada y se quita el mechón de pelo que le cae sobre la cara con la mano derecha.
– Parada absoluta cuando, segundos después, me mira fijamente.
– 84 cafés y 127 cervezas compartidas (no siempre a solas, lamentablemente).
– 3 fiestas de empresa salvajes, con intentos infructuosos de acercamiento.
– 1 polvo, 1 mísero polvo, que Ella se apresuró a catalogar como un error, como algo que no debió suceder nunca. Y un portazo que resonó en mi cabeza durante 4 días.
– 149 llamadas y 755 mensajes sin conseguir respuesta.
– Innumerables silencios incómodos.
– 32 días evitando mis miradas.
– 2403 pasos de mi casa a la suya (7 peluquerías, 2 estancos, 4 farmacias, 13 bares y 1 librería en el camino).
– 56 escalones desde el portal hasta la puerta de su piso.
– 16 segundos los que tarda el ascensor en llegar hasta su planta.
– 8 minutos bajo el agua cada vez que se ducha.
– 22 respiraciones profundas al minuto cuando duerme profundamente.
– 19 braguitas en el segundo cajón de su mesita de noche (aunque lo cierto es que ahora una de ellas, la negra de encaje, está en el cajón de la mía).
– 300 metros de distancia que dictó el juez.
Por Juan Antonio Hidalgo.
Genial Juan Antonio! Muy bueno!
Me parece increíble cómo un texto tan breve puede resultar tan emocionante. En pocas palabras, todo un thriller!!!
Un minuto y 36 segundos que se tarda en leer…y horas que permanece en la cabeza!
Me gusta. Toda una historia en pocas líneas. Enhorabuena.
ole. Empieza uno diciendo… “ojú, está muy cursi el Juanan”, pero luego nos pegas la hostia y ahí nos dejas.
Bravo!