Hija de puta, ¿crees que has ganado?
No te engañes, esta es solo una victoria
pírrica más que sumar a tus huesos.
Te mataré cada día.
No dudes de mí, lo seguiré haciendo.
¿Aún no me conoces?
Soy como el águila real que desayuna serpientes
y congela ciervos azules en el combi para
tener todo el año.
Te escupiré en el agua que bebas y partiré
tu boca a pellizcos.
Me hieres continuamente.
Te empeñas en hundir mi cabeza en pozos
de mierda que engulles para vomitármela
cada mes.
Hoy te odio, vida, pero me río de tu
párvula inocencia al pensar que me
has enterrado.
No hay victoria posible ante estas
espaldas que un día fueron pequeñas.
Me he limpiado la mierda de la cara.
Esto vuelve a ser un empate a cero.
Mañana te espero para seguir jugando.
Por Raquel Egea.
Magnífico Raquel! Puñetazo!
Gracias, Davor!
Un zasca en la boca a la vida, que a veces es muy puta!
Un abrazo, compi 🙂
Desafiante. Sin rendirse. Así hay que enfrentarse a la vida. Me ha encantao Raquel!
Gracias, Rosa!
Un abrazo, compi!