Volvemos a encontrarnos otra vez y van…
otra vez me siento tan pequeña y tú tan grande
mirándome como miran los de intención esquiva
desde lo alto de tu torreón de naipes.
Otra oportunidad para el idilio y van…
quiero entregarme confiada a este romance
mecida por una nana de bellas palabras
que adormece mis sentidos.
Todavía tiene arreglo, me digo, y van…
y no desfallezco en mi empeño de creer
que podemos enmendar el desastre.
Oye mi lamento, te pido, y van…
consciente de que te cuesta ver
que no hay otro camino que no sea hacia delante.
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A ti se te da muy bien ponerme contra las cuerdas.
Y a mí se me da muy mal elegir.
Por Rosa Montero Glz.
Me encanta, Rosa! Cuántas lecturas fuera del tema del mes tienen estos versos… Un beso.