21 libros de poesía para cultivar (y cuidar) la mente
19/05/2020. Cuerpomente. Enlace al artículo.
Por Sira Robles y Javier Gilabert
El nombre del frío, de Gerardo Venteo (Maclein & Parker, 2019). Despedirnos de quienes amamos nos produce un dolor intenso. Este poemario, desde el dolor de la pérdida, pretende ser un canto a la vida y a la amistad, al amor. Desde un lirismo sostenido, el autor, a través de la hondura más descarnada nos traslada a lo íntimo y nos interpela. Así, por las páginas de El nombre del frío planea el recuerdo íntimo de un amigo perdido, imágenes en fuga salpicadas de nostalgia y de un dolor anticipado, y supone además un alivio literario que encierra también una erótica sutil.
El nombre del frío se aproxima al testimonio de un diario poético a través del cual el autor aborda la muerte de un amigo y transcurre de manera secuenciada a lo largo del tiempo que va desde el anuncio de la enfermedad hasta los momentos previos a la muerte, así como lo que ocurre el día después, tras el fallecimiento. Es un poemario intenso y veraz, un canto a la vida y a la amistad.